Las alas del deseo, Wim Wenders
Poema de Rainer Maria Rilke:
¿Quién, si yo gritara, me escucharía desde
los órdenes angélicos? Y suponiendo
que un ángel de pronto me tomase contra su corazón:
me extinguiría ante su existencia más fuerte.
Porque lo bello no es sino el comienzo de lo
terrible, que todavía podemos soportar
y admiramos tanto, pues impasible desdeña
destruirnos. Todo ángel es terrible.
(Elegías de Duino, I)
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